Los efectos de la luz azul en el ritmo circadiano, es decir, en nuestro ritmo diario de alerta y descanso, son bien conocidos. Sin embargo, la gran cantidad de tiempo que pasamos al día expuestos a la luz de las pantallas de los móviles, ordenadores y otros dispositivos ha puesto en evidencia los efectos negativos de esta luz. Tales como la fatiga visual, dolores de cabeza e incluso el agravamiento de enfermedades, como la degeneración macular asociada a la edad.
Profundicemos un poco en qué es la luz azul y que consecuencias para nuestra vista puede ocasionar.
¿Qué es la luz azul?
La luz azul es un componente de la luz natural, igual que lo es la luz de otros colores. La luz natural comprende las longitudes de onda de los 350 a 750 nanómetros. La luz azul o violeta está aproximadamente entre los 350 y 490 nanómetros, es decir, la luz visible de menor longitud de onda.
¿Por qué la luz azul es perjudicial para los ojos?
La luz azul daña la retina evitando que sus células se reconstituyan correctamente tras estar expuestas a ella, y, por tanto, vayan muriendo poco a poco. Esto se debe a que la iluminación de las pantallas de distintos dispositivos, incluyendo las LED, emiten una cantidad mayor de luz azul que contenida en la luz natural, y nuestros ojos no disponen de una defensa contra la misma.
¿Cuáles son los efectos de la luz azul en los ojos?
En primera instancia, la luz azul causa fatiga y estrés visual, y altera el ritmo circadiano. A largo plazo, tiene muchos más efectos secundarios.
Estrés y fatiga visual
Es algo que hemos notado muy frecuentemente, después de haber estado viendo pantallas como ordenadores, móviles e incluso televisión durante horas. Puede aparecer a las 2 horas de uso y sus síntomas son escozor y sequedad ocular, ojos rojos y picor. De hecho, esta alteración ya tiene nombre: Síndrome Visual Informático (SVI).
Alteración del ritmo circadiano
Este efecto no se manifiesta en los ojos, sino que es neuronal. Existen numerosos estudios que demuestran que la exposición a esta luz o luces similares a la natural altera el ritmo circadiano, haciendo que estemos más alerta y, por tanto, provoca tendencia al insomnio. Es cierto que mejora la concentración y la alerta, pero si nos priva del sueño, el efecto es perjudicial.
Cataratas prematuras
La catarata se debe a una opacidad del cristalino (la lente natural de nuestros ojos). Es la causa más frecuente de pérdida de visión a partir de los 40 años y la primera de ceguera en todo el mundo. La exposición de los ojos a la luz azul puede acelerar la aparición de las cataratas o provocarlas en personas que, de otro modo, habrían tenido una visión sana.
Degeneración macular asociada a la edad
Normalmente, se produce en personas de unos 60 años de edad y se manifiesta provocando dificultad para leer y ver los detalles. Parece ser que el exceso de luz azul podría acelerar esta degeneración, algo que todavía se está investigando.
Recomendaciones para evitar que te afecte la luz azul
En primer lugar, si has de mirar pantallas, tómate una pausa de unos 20 segundos cada 20 minutos. Esto consiste en dejar de mirar la pantalla y fijarse en objetos que estén a distintas distancias.
Sigue también una alimentación sana, rica en antioxidantes, que previenen la degradación de las células de la retina.
Si usas gafas de vista, es muy importante que sean de calidad. En nuestra óptica somos conscientes de los peligros de la luz azul para la salud, por eso solo trabajamos con lentes de calidad y gafas de sol que filtran la luz de manera segura para la salud.
Pregunta a los profesionales de Marta Montoya Óptica por el tipo de lente recomendada para tu vista y tus rutinas diarias y de trabajo. Estaremos encantados de ayudarte.